jueves, 26 de febrero de 2015

COMO NOS VEN... LOS CHAVALES

HOY ENTREVISTAMOS A... CECILIA DE MIGUEL Y MARÍA MONREAL

Hoy seguimos con el mini ciclo de entrevista que iniciamos hace dos semanas para conocer cómo es visto el grupo por las diferentes personalidades de su día a día. En primera instancia fue el colectivo de los padres quien tomo la iniciativa y ahora son precisamente sus hijos, los chavales, los que toman el testigo para contarnos sus recuerdos e impresiones.
Y para representar al heterogéneo colectivo de los chavales contamos con la colaboración de Cecilia de Miguel y María Monreal. Dos de las mayores conocedoras de la historia y los entresijos del grupo dada su amplia trayectoria en él. Llegaron a los locales de la Parroquia como unas “crías” y ahora ya se encuentran disfrutando de la Ruta, la última de sus etapas formativas.
No sabemos qué será de sus vidas y las de sus compañeros a partir del año que viene, pero a buen seguro que recordarán todos estos años con una buena sonrisa. Al menos eso esperamos.
¿Podríais decirnos cómo fue vuestra entrada al grupo?
María: Entré al grupo con 8 años a la rama de lobatos. Mi hermana estaba apuntada y me animó a hacerlo.
Cecilia: Fue el primer día de lobatos. Mi madre vio un anuncio, me preguntó a ver si quería probar y le dije que sí. Tenía 8 años.
¿Cómo era vuestra rama en un principio?
María: Éramos unos siete lobatos aproximadamente (Leire, Pilar, Mikel, Sancho, Cecilia, Isabel...). Mi rama era muy divertida y recuerdo que nos gustaba competir y retarnos  para ver quién era el más valiente de todos cuando los monitores nos intentaban asustar.
Cecilia: Éramos muy poquitos pero poco a poco fuimos siendo más.
¿Recordáis con qué compañeros os juntabais más en las actividades y campamentos?
María: Como no éramos un grupo muy grande solíamos estar todos muy juntos pero en especial estaba con Pilar y Mikel.
Cecilia: Sí. Isabel, Leire, Pilar… Las que aún seguimos.

Foto de rama en la excursión a la playa de 2009
¿Recordáis vuestro primer campamento? ¿Podríais decirnos algún recuerdo que tengáis de él?
María: Fui a mi primer campamento en el primer año de Lobatos en Semana Santa.  Si mal no recuerdo fue en Villanúa de Jaca y teníamos de monitora a Izaskun. Tengo muy buenos recuerdos de ese campamento. Sobre todo me acuerdo del juego de roll de miedo que prepararon los monitores. ¡No dormimos casi nada esa noche! Recuerdo perfectamente que en una de las pruebas tuvimos que meter la cara en un cubo lleno de puré del día anterior y encontrar con la boca una llave que estaba dentro.
Cecilia: En navidad de ese año. No recuerdo donde era pero sí mis monitoras: Silvia Elía e Izaskun. Mi mayor recuerdo es que casi nos matamos cuando nos perseguían los monos.
Supongo que os lo pasasteis bien, y por eso repetisteis. ¿Imagináis unas navidades, semana santa o verano sin el campamento de los scout?
María: Se hace muy raro pensar en estar sin campamentos de los scouts. Desde pequeña he ido a los campas por lo menos en Navidad o Semana Santa.
Cecilia: Ni me las imagino ni me las quiero imaginar.
¿Cuáles son las actividades que más os gustan de los campamentos?
María: Sin duda los juegos de roll y las veladas. Y en los campamentos de verano el “Juego de Indios”.
Cecilia: Las conjuntas de todo el grupo.
Comenzasteis en el grupo como Lobatas. ¿Quién era vuestro personaje de la selva preferido?
María: Mi personaje favorito era Baloo.
Cecilia: El mío también era Baloo.
Al principio todo era juego pero poco a poco la cosa se ponía sería y tocaba trabajar más. ¿Podríais decirnos cuál es la rama que más os ha marcado como persona?
María: La rama que más me ha marcado ha sido Pioneros. Hicimos muchas actividades de reflexión y en los campamentos también teníamos muchos momentos para pensar sobre nuestra vida y nuestro futuro.
Cecilia: Para mí, la rama Ranger por la promesa.
Excursión en un campamento de semana santa de Ranger
Hablando de la promesa, que es uno de los hitos más importantes en la vida de un scout ¿Recordáis como fue la vuestra?
María: Fue hace dos años en el fin de semana de fin de curso en Alsasua. Recibir la promesa para mí fue algo súper importante y que viví de forma muy intensa. Recuerdo los nervios horribles que tenía y  lo bien que me lo pasé después con la guerra de agua en la duchas. Es algo que se recibe una vez y a lo que te comprometes por siempre. Ese momento lo guardo como uno de los mejores.
Cecilia: Fue en Ranger II, en el campamento de verano. Recuerdo pasar muchos nervios por si no me la daban, ya que fui de las primeras en pedir la promesa en nuestra rama.
¿Podríais contarnos algún momento especial en vuestro paso por el grupo?
María: A parte de la promesa, otro recuerdo especial que tengo fue cuando en las navidades de hace dos años acompañamos por primera vez a los Reyes Magos y fuimos por las casas de la gente necesitada repartiendo regalos a los niños. Era genial ver la cara de ilusión que ponían los niños cuando nos veían llegar y lo mucho que nos lo agradecían los padres.
Cecilia: La promesa, la despedida, todos y cada uno de los campamentos… Son demasiados momentos como para ponerlos en dos líneas.
 Preparación de las promesas en Alsasua
¿Y alguna anécdota divertida?
María: La increíble caída que provoqué en un campamento. Estábamos volviendo de una excursión y se nos ocurrió agarrarnos todos de los brazos en fila horizontal e intentar andar todos a la vez, cada vez más rápido. Yo estaba en uno de los extremos, y en un momento dado que estábamos cogiendo mayor velocidad, tropecé y provoqué una caída en dominó de toda la fila. Todos nos empezamos a reír a carcajadas, hasta que nos dimos cuenta que el pobre Mikel estaba tirado en el suelo sin moverse. Aún me sigue recordando que casi se rompe la nariz por mi culpa, pero nos seguimos riendo cada vez que lo contamos.
Cecilia: Los juegos de indios sobretodo, tantas y tantas noches de campamentos…
¿A qué monitores recordáis con más cariño?
María: A Izaskun la recuerdo con mucho cariño porque fue mi primera monitora. También recuerdo con especial cariño a Elena que estuvo con nuestra rama mucho tiempo.
Cecilia: Silvia Elía, Chowi, Elena, Maxi…
Este es vuestro último curso como chavales del grupo. ¿Qué expectativas tenéis para lo que queda de curso?
María: Mis expectativas son poder hacer varias actividades de voluntariado en distintas asociaciones y poder disfrutar a tope el tiempo que nos queda.
Cecilia: Aprovechar al máximo lo que me queda de chavala.
Fin de semana de inicio de rutas
Ahora que estás al final de tu etapa scout tendréis una visión crítica y completa sobre el aporte del escultismo en vuestra educación. ¿Podríais decirnos que ha supuesto para ti vuestro paso por el grupo?
María: Ser scout para mí ha supuesto una gran influencia en la conformación de mis valores y en la forma de ser que tengo. En estos años he abierto los ojos hacia realidades que desconocía y me he acercado a ellas. Me he dado cuenta de que es necesario que ayudemos a los que lo necesitan y de que es muy importante aprender a trabajar en grupo.  He aprendido a respetar la naturaleza, a cuidarla y a convencer a otros de que hagan lo mismo.  Muchos de mis valores son parte de los scouts y sé que eso es algo para toda la vida.
Cecilia: Ha sido un cambio en mi vida tanto por la forma de ser como la de pensar. No lo cambiaría por nada. 

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