jueves, 12 de marzo de 2015

CÓMO NOS VEN… NUESTROS CONSILIARIOS

HOY ENTREVISTAMOS A… JESÚS MARÍA ARBUNIÉS Y FÉLIX GARGÍA DE EULATE


Aprovechamos la sección de entrevistas para acercarnos a una de las figuras más particulares que podemos encontrarnos en un grupo scout: el consiliario. Es una pieza fundamental dentro del método scout cristiano. No siempre puede estar presente debido a sus muchas otras obligaciones, pero aun así su labor es muy importante por todo lo que representa.

Hoy queremos dar la voz a dos de los consiliarios con los que hemos podido compartir más años de la corta (cada vez menos) historia del grupo. Jesús Mari Arbuniés, consiliario durante los primeros años del grupo y Félix García de Eulate o Don Félix como todos lo conocemos, que seguro que la mayoría aun os acordáis de él.

Los que hemos tenido el placer de trabajar con ellos podemos dar fe de lo mucho que han trabajado por este grupo durante su etapa en él e incluso después, siempre dispuestos a echar un cable allá donde hiciera falta.

Desde aquí agradecemos esa dedicación, a ellos en particular pero también al resto de consiliarios que han trabajado con nosotros durante todos estos años.
  

Don Félix, en un campamento de verano

Hace ya muchos años que dejasteis de estar con nosotros día a día así que lo primero va a ser presentaros para que la gente más nueva os conozca.

Jesús Mari: Fui consiliario durante seis años, los que estuve en San Miguel. Durante ese tiempo yo era Vicario Parroquial. Ya hace trece años que tuve que dejaros.
Don Félix: Fui consiliario durante mi etapa como párroco en San Miguel (2004-2009) porque llevo el escultismo en el alma desde que fundé un grupo en Bolivia en el año 1970. Después seguí tres años más, mientras residí en los pisos de la parroquia. Dejé de ser consiliario en 2012. Así que he estado ocho años con los scouts.

¿Recordáis vuestro primer contacto con el grupo?

Jesús Mari: La verdad es que no recuerdo muy bien ese primer contacto. Hace ya muchos años.
Don Félix: Cuando llegué no sabía ni que había scouts en la parroquia. Se presentaron unos monitores en mi despacho para saludarme y pedirme que reservase la sala del vídeo para una reunión con los padres.

Ser el consiliario de un grupo scout es mucho más que oficiar las eucaristías en los campamentos. ¿Podríais explicarnos qué labores desempeñabais dentro del equipo de monitores?

Jesús Mari: Procuraba estar en los Kraales, asistiendo como uno más y viviendo el día a día del grupo. E incluso los asuntos personales de los monitores. Entonces se decía: “¡Eso para luego, cuando empiece el Kraal rosa!”)
Don Félix: La función del consiliario scout es vincular el grupo con la parroquia para que se sientan parte de ella y de su apostolado. Así, especialmente los monitores, reciben una buena formación  en la fe, colaboran en sus actividades y definen su identidad de movimiento scout católico. En mi caso al ser párroco realicé una función de dirección espiritual y consultas personales de algunos.

Siempre da tranquilidad a los padres de los chicos y chicas del grupo el hecho de que haya un adulto como lo es el consiliario integrado en el equipo de monitores. Desde ese punto de vista, ¿Cómo evaluáis la labor de los monitores y la preparación de las actividades, excursiones, campamentos, etc.?

Jesús Mari: Siempre muy positiva. Los que no están dentro son incapaces de descubrir todo el trabajo realizado. Muchas veces parece que nadie se entera, que nadie lo valora pero la realidad es que todo produce sus frutos.
Don Félix: Muchas veces los padres me hablaban de asuntos delicados de pedagogía grupal, comportamientos, capacidades formativas y se sentían tranquilos al darles la seguridad de que la formación era la auténtica en el espíritu del escultismo católico.

Los monitores siempre se encuentran en continua formación. Cursos de Monitor de Tiempo Libre y de Director de Tiempo Libre, jornadas de formación de monitores, montañismo, primeros auxilios, manipulación de alimentos… y por supuesto también formación en la fe católica. ¿Qué papel desempeñabais a la hora de formar a los monitores en la fe?

Jesús Mari: Organizábamos actividades especificas para monitores, siempre con la ayuda del representante de la Mesa de Fe. Creo que más importante que los momentos puntuales era el día a día, donde todos nos ofrecíamos lo mejor.

Jesús Mari compartiendo un café de campamento con Judith y Flip

Don Félix: Los encuentros con los monitores para preparar todas las actividades eran fluidos, sin dificultades, ni contrastes, pues hubo una sintonía total. Me di cuenta de que necesitaban más y mejor formación en la fe. Siempre insistía en las motivaciones de fe para perseverar siendo monitor y en la capacidad de dar respuestas correctas y acertadas a las inquietudes de los chicos, lo cual presentaba mucha problemática. Varios monitores superaron sus crisis de fe.


Don Félix con el Kraal en un fin de semana formativo.

Una de las labores más importantes de un consiliario es la de ejercer de nexo de unión entre el grupo scout y la Parroquia. ¿Cómo fue la relación entre ambos vuestro tiempo?

Jesús Mari: Inmejorable.
Don Félix: Para vincular al grupo con la parroquia les fui dando responsabilidades, como animar la misa de los jóvenes, ser catequistas, ayudar en las exposiciones y mercadillos, jornadas de manos unidas,  alimentos de caritas, acompañar el vía crucis público y tener algún representante en el consejo parroquial.

Han sido muchos años acompañándonos en nuestro día a día. Seguro que tienes muchos recuerdos especiales. ¿Podrías compartir alguno de ellos?

Jesús Mari: En los campamentos había ratos a la noche, después del Kraal, donde no se hacía hora de ir al saco. Eran momentos muy especiales, donde afloraban los sentimientos y las preocupaciones de cada uno de nosotros.
Don Félix: Los recuerdos son muchísimos. Contaré dos como botones de muestra. Ambos encuentros en el sótano de la sede de los scouts. Uno con los monitores y otro con los Rutas de un año. Con los monitores se preparó una reunión en la que cada uno grabó con su teléfono móvil un testimonio sobre su idea de Dios y después se proyectaron todos en la pantalla. Fue muy intenso y emocionante. Otra vez con los Rutas estábamos en penumbra con unas velitas encendidas haciendo unas reflexiones. Vi a una chica muy emocionada y con alguna lagrima. Hablé después con ella. Me contó su historia y su vida cambió. Hoy es feliz con su familia.

Muchos recuerdos y también muchas personas. ¿Recordáis a alguien con especial cariño?

Jesús Mari: Hay infinitos recuerdos y personas con los cuales sigo teniendo relación.
Don Félix: Es muy comprometedor citar personas porque a todos he querido y quiero mucho y por igual. Pero a Edurne, Elena, África y Estibaliz, que han venido conmigo voluntarias  a las misiones, las recuerdo de manera especial.

Volviendo al presente, ¿Qué es de vuestras vidas?

Jesús Mari: Ahora estoy en Mutilva y por supuesto, ¡tenemos un grupo scout! Es una parroquia muy joven y con mucho trabajo por hacer. Mi día a día es bastante complicado, pero me alegra poder saber que el tiempo se llena de cosas y personas. Estamos llamados a ser “sal y luz de este mundo”. Y la gente anima mucho: su ilusión, su trabajo, el no medir ni el tiempo ni el esfuerzo…
Don Félix: Ahora soy Pro-Vicario General de la Diócesis y mi trabajo principal está en el obispado realizando las tareas del cargo, que se resumen en tratar de que todo funcione bien en la diócesis, colaborando estrechamente con los obispos. Además soy Director del Semanario Diocesano “La Verdad”. Es otra responsabilidad fuerte. También atiendo como párroco tres poblaciones rurales: Zurucuáin, Arandigoyen y Lorca. Finalmente soy Rector de la Capilla de Adoración Perpetua que está en la Basílica de San Ignacio. Son muchos cargos y muchas cargas…

Han pasado ya algunos años desde que dejasteis de ejercer como consiliarios del grupo pero siempre habéis acudido cuando se ha requerido vuestra colaboración. Una misa, una actividad de formación, una cena… A veces comprimiendo incluso en exceso vuestras agendas. ¿Cuál es la recompensa?

Jesús Mari: ¡Buenísima pregunta! La recompensa es hacer lo que el Señor nos manda. Salir al campo de la vida con el deseo de ser la Buena Noticia de Jesús. Puede resultar muy teórico pero eso se traduce en intentar dejar el mundo, la parcela que nos han asignado, un poco mejor de cómo estaba. ¿Os suena? Recompensa es ver segundas generaciones que ya son monitores. En mi parroquia anterior, Santa Teresa, los chavales que empezaron son actualmente los monitores del grupo con ilusión y ganas. Y también con la ayuda de los monitores antiguos que les ayudan en la coordinación. También es recompensa todas esas relaciones que se hacen con familias que perduran con el paso del tiempo. Recompensa es ver el buen hacer de los monitores que a mí personalmente me ayuda mucho y me estimula a seguir sin desanimarme nunca.
Don Félix: Estar con los scouts es un gozo para mí. Siempre que me necesitan voy. Me rejuvenezco y me siento en lo que más me gusta, que son los jóvenes, por mi vocación y formación pedagógica salesiana. Lo que te gusta no cuesta sacrificio.

Poco a poco todos nos hacemos mayores. ¿Qué se siente cuando los que han sido compañeros de Kraal te llaman para que oficies su boda?

Jesús Mari: Te da muchísima alegría. Primero son las bodas pero luego van llegando los bautizos (creo que ya van unos quince). Y lo verdaderamente importante es saber que podemos contar unos con otros, que nos unen muchas cosas.
Don Félix: Pienso: hemos llegado a una meta hermosa. La vida sigue adelante guiada por los valores del escultismo católico. Presidir una boda de miembros del Kraal es una señal de gratitud y confianza. Me siento feliz y sanamente orgulloso. Me vienen muchos recuerdos de cómo eran cuando empezaron en el escultismo y el avance de maduración personal humana y cristiana que han tenido. Siempre tengo presentes a todos en mis oraciones y me intereso por sus vidas.


En la cena de celebración del XV Aniversario.



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