HOY ENTREVISTAMOS A… ÁNGELA ETAYO, EVA ETAYO, MÓNICA
MORAZA, CELIA SAINZ E IRATI ZUBIETA
Ángela,
Eva, Celia e Irati con sus compañeros de la rama Ranger. Monica se unió un año
después.
Con la entrevista de hoy,
comenzamos un nuevo ciclo de entrevistas en las que queremos mostraros que el
trabajo de Mikael en el escultismo va mucho más allá del trabajo en nuestro
grupo. Y para comenzar tengo el placer de presentaros a cinco chicas de las cuales
tuve el placer de ser su monitor. Al acabar la ruta ellas querían ser monitoras
scout y como yo en su día, han tenido la oportunidad de hacerlo en un grupo
diferente al que han pasado el resto de su vida. Ángela en Baracea, Eva en la
Vª Tropa, Mónica en Jairoi, Celia en San Andrés y finalmente Irati en Dendari
Izar hicieron las mochilas y emprendieron una nueva aventura que sin duda les
enriquece a ellas y al escultimo navarro en general. Veamos que opinan ellas.
¿Cómo fue la decisión de probar suerte como monitoras en
otros grupos?
Ángela: Realmente la decisión la
tomaron nuestras monitoras y supongo que todo el kraal porque no nos dieron
otra opción. Lo que nos planteaban era estar en otros grupos durante el primer
semestre hasta el campamento de Navidad y a partir de ahí nosotras decidíamos
si quedarnos o volver a Mikael. Para ser sincera, en un principio la idea no
nos motivó mucho pero ¡quién nos iba a decir que casi dos años después ahí
íbamos a estar cada una en un grupo dado guerra!
Eva: Fue una decisión tomada por
nuestras monitoras, aunque a la vuelta de Seeonee estábamos bastante dispuestas
a probar experiencias en nuevos grupos. La idea era estar unos tres meses y
luego, si eso, volver a Mikael.
Mónica: La decisión la teníamos
ya un poco en mente desde tiempo atrás. Ya nos habían avisado que se estaba
pensando desde la asociación en lo de mandar a otros grupos al acabar la ruta,
y más o menos ya lo sabíamos. La verdad es que en un principio la idea no nos
convencía mucho, un poco por miedo de ir nuevo a un grupo donde no conoces a la
gente, o también por comodidad, ya que es mucho más cómodo quedarte en tu grupo
donde ya conoces a todo el mundo y donde la relación con la gente ya era buena.
Celia: Pues no tuvimos elección,
porque nos dijeron que si queríamos ser monitoras teníamos que irnos a otro
grupo. Y no lo voy a negar… la idea de abandonar Mikael no me gustó nada.
Principalmente porque me iba a separar, como quien dice, de esas personas que a
día de hoy se han convertido en grandes compañeras de aventuras; y porque
Mikael ha sido mi segunda casa desde que tenía 8 años.
Irati: Finalizando la etapa de
rutas nuestras monitoras nos propusieron ir a otros grupos a probar. Al
principio reconozco que no me hizo mucha gracia ya que después de haber estado
11 años en Mikael quería probar ahí. Con
quienes había compartido toda mi vida scout y eran mis compañeras de rama. Pero
también pensé que era buena idea probar y conocer nuevos compañeras.
¿Por qué elegisteis el grupo en el que estáis?
Ángela: ¡Esa tampoco fue
decisión nuestra! Ahora que estoy escribiendo me está entrando la intriga de
cómo Edurne y Yanire se les ocurrió esta idea… Pero bueno eso es otro tema.
Recuerdo como si fuera ayer el sábado (como no, en la plaza de la cruz) que nos
dijeron a cada una cual iba a ser nuestro nuevo grupo. Cada una según su
personalidad y si éramos más o menos compatibles con el grupo, cosa que nos
hizo bastante gracia en su momento pero parece que tenían razón…
Eva: Tampoco fue una decisión
nuestra, sino nuestras monitoras que teniendo en cuenta cercanías a las universidades o a nuestra casa, personalidad… nos colocaron un
poco a ciegas. Tengo que decir que no tuvieron muy en cuenta nuestras
preferencias, acertando a la larga bastante en su decisión. Un sábado en la
plaza de la cruz de la que ninguna de las cinco salió muy contenta, pero aquí
seguimos.
Mónica: La verdad es que
nosotras no elegimos a qué grupo irnos. Hablamos cada una con nuestras
monitoras sobre las preferencias y ellas, según eso y pensando donde
encajaríamos, nos dijeron a donde ir. Yo creo que donde fuéramos íbamos a estar
bien y solo era un trimestre así que había que probar.
Celia: Tampoco tuvimos elección
(risas). Nuestras monitoras de rutas, Yanire y Edurne, nos pusieron a cada una
en el grupo en el que mejor podíamos encajar y también por la cercanía. Aunque
conmigo se columpiaron un poco porque de cercanía nada (risas).
Irati: En realidad no lo elegí.
Mis monis me ofrecieron ir y yo dije que sí. Con dudas y algo de miedo ya que
no conocía a casi nadie en Dendari. Es más, dude si seguir o no como monitora
pero al final decidí probar y me encanto.
¿Cómo fueron los inicios en un nuevo grupo?
Ángela: El inicio fue raro, no
difícil. Era nuestra primera experiencia como monitoras y yo no conocía a casi
nadie del nuevo kraal. Si que notaba que había cosas diferentes que en Mikael
pero me pusieron las cosas fáciles así que no me costó apenas adaptarme, y creo
que ellos también lo vieron así (o eso espero). Un punto a mi favor era que
había estado con l@s rutas de Baracea y sus monis en Seonee así que a alguien
ya conocía y no empezaba completamente de cero.
Eva: A mí personalmente se me
hizo muy duro. No estaba del todo a gusto, me costó entrar mucho, conocer a la
gente, entrar en confianza cuando un grupo está formado es difícil, además
echas de menos a tu gente, tus monis, la familia scout de toda la vida.
Comparas muchas cosas. Es difícil empezar de cero. Decidí quedarme después de Navidad
porque al campamento solo pude ir dos días y me parecía que no había intentado
exprimir al máximo la experiencia, que no había entrado en dinámica. A lo largo
del año iba compartiendo con Edurne mis pensamientos y no estaba convencida en
la V Tropa. Hasta los Sanfermines estaba casi convencida de volver. Hasta que
conocí Belagua y me tuve que quedar por lo menos un poco más.
Mónica: Los inicios fueron lo
más difícil, como a cualquier sitio que vas nuevo, pero fui muy bien recibida
por los monitores y chavales. Al principio es cuando más echamos de menos
Mikael sobre todo cosas de los campamentos y a la gente. Lo que más pena me
daba era ya no ver tanto a la gente de Mikael y sobre todo de mi rama y no
poder vivir la experiencia de ser monitora con ellos.
Celia: Pues iba con muchos
nervios ya que no conocía a todos los monitores de San Andrés y con los que
conocía no es que me llevara muy bien… Pero desde el primer día que entré en el
grupo me han tratado genial. He aprendido que las apariencias engañan, y que no
hay que juzgar por pequeñas cosas, porque esas personas pueden llegar a ser muy
importantes en tu vida. Además los chavales/as me acogieron muy bien y me sentí
superintegrada en el grupo. Como si llevara allí toda la vida.
Irati: Al principio me daba
bastante vergüenza y me costaba hablar, dar mi opinión… pero enseguida me sentí
una más. Pensaba que iba a ser difícil seguir como monitora ya que estudio
fuera de Pamplona y el no poder venir pensé que iba a ser un obstáculo para
seguir en el grupo pero después de año y medio sigo y con muchas ganas.
¿Cómo os encontráis actualmente en vuestros grupos?
Ángela: Esta es un poco
comprometedora, ¿Qué se supone que tengo que poner aquí? ¡Es broma! Muy agusto
la verdad. Desde el primer momento me trataron muy bien así que no tengo
ninguna queja.
Eva: Ahora mismo me siento muy
agradecida con mis monitoras por haber decidido tomar aquella decisión. Quizás
en su momento un poco forzada, pero sin duda beneficiosa y gratificante del
todo para nosotras. Yo estoy ahora como en mi casa, he conocido y comparto los
scouts con gente maravillosa; siempre recuerdas cosas, ves a los monitores y te
da penita, pero mi familia scout se ha duplicado. ¡No podría pedir más!
Mónica: Actualmente estoy muy
bien en Jairoi, estoy aprendiendo muchas cosas y realmente conforme he ido
cogiendo confianza con la gente estoy cada vez más a gusto. Creo que he hecho
amigos de verdad, he conocido gente de la que aprender y he vivido y estoy
viviendo muy buenos momentos.
Celia: ¡GENIAL! Estoy muy
contenta en San Andrés. La verdad es que tengo que agradecer a Edurne y Yanire
por mandarme allí. Porque he aprendido un montón de cosas y he hecho grandes
compañeros y amigos con lo que sé que pudo contar para cualquier cosa que
necesite.
Irati: Muy agusto la verdad. Me
gustaría estar más y participar más pero bueno intento ir a todo lo que puedo.
He conocido a grandes personas y estoy aprendiendo nuevas cosas sobre el
escultismo que no sabía.
Personalmente, ¿os ha merecido la pena el cambio?
Ángela: Creo que es una muy
buena experiencia, muy enriquecedora y divertida que les recomiendo a todos los
rutas que elijan seguir en el escultismo. Aprendes mucha cosas, conoces a otra
gente, otra manera de trabajar, otras costumbres etc. Así que mi respuesta es
sí, sí ha merecido la pena el cambio aunque por otro lado tu grupo de toda la
vida es tu grupo de toda la vida…
Eva: Esta pregunta está a pillar...
Sí y no. Claramente y sobretodo sí para abrir la mente, siempre cuando acabamos
rutas solo pensamos en quedarnos en nuestro grupo, no vemos más allá, sin
embargo, es algo que recomendaría sin dudarlo, al 100%. Conoces maneras
diferentes de vivir el escultismo, gente nueva, maneras diferentes de trabajar,
otros sitios y ‘costumbres’. Es de las experiencias más enriquecedoras que
conozco, supongo que si no, no seguiría en este grupo. Esa pequeña parte del no
es la de no haber podido disfrutar con mis compañeras de rama de toda la vida y
con los monitores con los que veías y pensabas q estarías algún día, por no
haber estado en tu grupo con tu pañoleta viviendo lo que se vive de monitor,
que es bastante diferente. En ese sentido aún me sigue dando pena y nostalgia,
pero volvería a hacerlo sin duda.
Mónica: Yo creo que si nos ha
merecido la pena, aunque hayamos dejado de vivir cosas que hubiéramos vivido
habiéndonos quedado en Mikael, un cambio siempre te hace aprender y mejorar y
creo que todas hemos estado muy bien en nuestros grupos, y hemos conocido a
mucha gente lo cual siempre es muy enriquecedor, y hecho amigos. Y por último,
siempre se puede volver a Mikael para vivir la experiencia y recordar un poco
lo vivido de chaval.
Celia: Me costó mucho tomar una
decisión de si volver a Mikael o quedarme en San Andrés. Pero personalmente
creo que tomé la decisión adecuada quedándome en mi actual grupo. Me ha hecho
crecer más como persona, he aprendido cosas nuevas y otras maneras de trabajar,
y pienso que al cambiarme de grupo puedo aportar más cosas porque muchas veces
las veo desde otro punto de vista.
Irati: Pienso que estar en otro
grupo es algo que debería de probar más gente ya que en cada sitio se trabaja
de forma diferente y se pueden aprender y aportar diferentes cosas. Pienso que
personalmente si me ha aportado mucho estar como monitora.
Nuestras
protagonistas de hoy durante el San Jorge 2014
Y la pregunta del millón, ¿volveréis algún día a poneros
la pañoleta de Mikael?
Ángela: Esta pregunta me da que
pensar… Hace dos años cuando acababa la ruta me dije a mi misma que si o si mi
etapa en los scouts acabaría en Mikael y es una cosa que espero hacer. Sin
embargo, nunca sabes que te deparará el futuro así que cuando sepa la respuesta
estaré encantada de responder. Lo que sí puedo decir es que sea cual sea la
pañoleta que lleve, ¡la mochila está llena de buenísimos recuerdos!
Eva: La verdad es que siempre he
pensado que acabaré mi etapa scout en Mikael, ojalá, aunque es verdad que nunca
se sabe. Espero volver en un momento u otro, revivir lo mejor de mi etapa scout,
tantísimos recuerdos, tantísimos buenos momentos, tantas personas,
monitores/as…
Mónica: La verdad es que no se.
Me encantaría volver alguna vez, porque hay muchas cosas que se echan de menos,
pero la verdad que no tengo ni idea como me irá la vida. Por ahora quiero
seguir en Jairoi y más adelante ya veremos. Pero me encantaría volver un
tiempo.
Celia: Nunca he llegado a
quitármela del todo, de hecho en mi pañoleta de San Andrés llevo un pin de
Mikael que luzco muy orgullosa. He vivido grandes momentos en Mikael y le debo
mucho al grupo. Sabe que puede contar conmigo para lo que sea. Pero yo tomé una
decisión y creo que de momento no voy a cambiarla. Además sé que Mikael siempre
tendrá las puertas abiertas para nosotras en el caso de que queramos volver.
Solo me queda
agradeceros todo lo que me habéis aportado, sobretodo en mis últimos años en el
grupo, que de una manera u otra me han hecho ser como soy ahora.
Irati: (Risas) Pues no lo sé, la
verdad. ¿Quien sabe? La sigo teniendo colgada en la habitación, así que no digo que no me la volveré a poner. Al final tantos
años en un grupo son muchos recuerdos, muchos buenos momentos vividos,
amistades… Pero bueno pienso que al final la pañoleta es un trozo de tela, que
lo que importa es el significado de llevar una, da igual que sea roja o
naranja.
En la
cima de la Mesa de los Tres Reyes
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